«Durante décadas, Rolls-Royce fue el propietario de una marca de coches de lujo que se llama como el fundador de esa compañía. Ambas pertenecen ahora a una empresa alemana». Brad Rutter y Ken Jennings, concursantes de Jeopardy!, procesan el significado de la frase, rebuscan en el disco duro de su cerebro todo lo que saben sobre automóviles antiguos y fabricantes alemanes y, en menos de tres segundos, deciden si están lo suficientemente seguros de que conocen la respuesta como para arriesgarse a darla ya que, si se equivocan, perderán puntos. Es exactamente el mismo proceso que se producirá en el cerebro electrónico de Watson, un ordenador de IBM que, desde hoy hasta el miércoles, se enfrentará a los cerebros de Jennings y Rutter en uno de los mayores desafíos de la historia de la computación. A Watson se le podrá preguntar sobre todo tipo de temas; arte, ciencia, deportes, política, y hasta cotilleos. Y la pregunta será formulada en un lenguaje, el natural, que las máquinas aún no han logrado entender. Ganará el primero que sepa responder «Bentley» a la pregunta sobre Rolls-Royce.
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